Pastoral Universitaria de Salamanca

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Concilio de Trento

concilio

Características: Oleo sobre lienzo, de medio punto (610 cm), enmarcado en la moldura de escayola pintada imitando mármol gaseado. Va firmado y fechado: Juan Ruiz Soriano Tobar, 1746. Esta pintura del siglo XVIII pretende no solo evocar un momento histórico de la Iglesia y de la sociedad europea del siglo XVI, el concilio de Trento, sino también la posición de la Compañía de Jesus a favor del reconocimento publico. De la Inmaculada Concepcion de la Virgen y destacar la figura de un jesuita y teologo insigne, el padre lainez. Por se elige la quinta sesión del concilio y, en concreto, la intervencion del padre Laínez, amigo y sucesor de San Ingancio de Loyola en la dirección de la compañía. Se quiso, pues, que maría Inmaculada presidiera el general de teología, sala donde tenían lugar los debates teológicos. Exaltación de la compañía de Jesús como madre de todas las ciencias: //trasera Oleo sobre lienzo, de medio punto (610 cm), enmarcado en moldura de escayola, pintada imantando mármol jaspeado. En el reverso anotación “año de 1746”. La alegoría de la compañía de Jesús reúne a destacados miembros de la misma que se han distinguido en el ejercicio de las múltiples disciplinas y ciencias impartidas en colegios y universidad, así como en otros medios. Los inspira su fundador , san Ignacio de Loyola, representado en un rompimiento de gloria bajo el que se sitúa una matrona en trono, la sabiduría, a cuyos pies diversos objetos aluden a las diferentes materias que forma parte del conocimiento humanístico y saberes que la compañía ha propagado por todo el orbe, representado en primer término. La escena tiene lugar en una amplia sala provista de bancos corridos paralelos a dlas paredes laterales y de un pasillo central de baldosas blancas y rojas, que desemboca en la figura de la Sabiduría y san Ignacio. El trono de la sabiduría adquiere aquí un carácter monumental de gran plasticidad, compuesto por un cuerpo arquitectónico de cuatro columnas por lado, que acoge el asiento de la alegoría matrona sobre la que campea la apoteosis ignaciana, como ya se ha apuntado. Cierra la sala un muro con arquerías ciegas de medio punto en el que destaca el rotulo “SCRIPTORES” “SOCIOETATIS IESU”. Ello nos aclara que todos los jesuitas allí representados reúnen, entre otras facultades, la condición de maestros con obra escrita. Se advierte que la concepción espacial de la sala es similar a la de la V sesión del concilio de Trento.